domingo, 20 de marzo de 2011

El reto de marzo - brioche relleno



The March 2011 Daring Baker’s Challenge was hosted by Ria of Ria’s Collection and Jamie of Life’s a Feast. Ria and Jamie challenged The Daring Bakers to bake a yeasted Meringue Coffee Cake.

I haven't been able to write an english version of the post on time, I'm terribly sorry. But I want to thank both Ria and Jamie for a wonderful challenge, I had lots of fun and my whole family enjoyed it too. Just a short note with the five versions I made:

1- turron: toasted almonds, honey, lemon peel
2- migas: panceta and chorizo, finely chopped and sauteed previously with garlic cloves
3- morcilla gallega: blood sausage, pine nuts and raisins
4- pisto: tomato sauce and sauteed onions and red and green peppers
5- pesto with vegetables: home made pesto (walnuts, pine nuts, garlic, milk and basil leaves) with sauteed onions and red and green peppers


¡Qué reto el de este mes! La receta básica que nos propusieron Jamie y Ria (¡gracias a ambas!) no era complicada, sale buenísima y ¡encima nos dieron la libertad de jugar con los rellenos! Nos sugerían que hiciéramos cosas con "sabor" de nuestro país. Así que me puse, como en otras ocasiones, a darle a la cabeza y a pedir opiniones a mis "consultores habituales" (¡gracias chicos!) y los resultados han sido... ¡sorprendentes!

Podéis encontrar aquí la receta.

La base es una masa de levadura ligeramente endulzada y gramada con mantequilla o aceite y huevo. La textura de la masa, una vez amasada y levada, la describen nuestras anfitrionas como "sexy", y les doy toda la razón.


No se pega, no necesita harina para trabajarla, es blanda y dulce al tacto, y se extiende que es un primor :-)


El truco de esta receta es que una parte indispensable del relleno es el merengue. En el horno, el merengue "desaparece", se funde con la masa dándole una textura esponjosa y llena de preciosos "ojos".


Para la (única) versión dulce me decanté por algo típicamente español: el turrón. Como nunca he hecho turrón, me puse a buscar un poquito en internet y después de ver varias recetas confirmé lo que me imaginaba: solo se necesita clara de huevo, miel, azúcar, ralladura de limón, un poco de canela y, por supuesto, almendras.


Una vez enrollada la masa, estaba demasiado "blandengue" y no me había quedado suficientemente larga, así que en vez de darle la forma de corona, que era la que se proponía, la dejé como una barra, haciéndole cortes por encima para que se viera el relleno.


Después de levar por segunda vez, tiene una pinta espectacular. Le ponemos el baño de huevo batido, y al horno.


Y esto es lo que sale después de 25 minutos a 180º. Apetitoso, ¿verdad?


Pues esperad a cortarlo. ¡Qué miga! Y eso que por las prisas no seguí las instrucciones y lo puse todo junto en el robotico a mezclar y amasar.


RESULTADO - tendría que haberle echado algo más de ralladura de limón y miel, porque a pesar de estar riquísimo le faltaba un toque de dulce y un poco más de sabor.

Para la versión salada tuve la idea de hacer una versión "construida" de las migas de pastor: ajos, chorizo, panceta y un poco de pimentón dentro de una masa gramada con la grasa que soltaran las chacinas. Mis consultores me sugirieron además otras versiones, que procedí a probar (solo tres, se me ha quedado una en el tintero que tendré que hacer a lo largo de lo que queda de mes).


1. Migas de pastor - salió mucho menos grasiento de lo que me había imaginado, riquísimo, parecido a un bollu preñau. Me queda en el congelador uno de los chorizos que compré, que han resultado estar BUENISIMOS, así que habrá que repetir.

La textura del relleno hizo difícil que le diera "forma", así que igual que en el dulce lo dejé en forma de barra.


2. Morcilla de cebolla con pasas y piñones (vamos, lo que es una morcilla gallega de toda la vida). De nuevo, quedó menos grasiento de lo que pensaba. Al igual que con el chorizo, acerté en la compra de la morcilla, pero a diferencia del chorizo la usé toda, y no me queda más. Snif. El resultado, espectacular, creo que fue la que más gustó. Al bollo le di forma de herradura, era demasiado corto para poder hacer una corona.


3. Pisto (tomate, cebolla, pimiento verde y pimiento rojo). Por comodidad, compré pisto ya hecho y rehogué en trozos grandes las verduras, para añadirle un poco más de relleno. Quedó muy rico, pero la salsa de tomate hace que el relleno se quede un poco aguado, y es difícil manejar el rollo para darle vuelta, así que lo dejé en forma de "barra".


4. Pesto con verduras (a sugerencia de --y en honor a-- el cuñado de ascendencia italiana). El pesto lo hice con nueces, piñones, albahaca, parmesano rallado, ajo y aceite. Las verduras, las mismas que antes (cebolla y pimientos verde y rojo). El resultado RIQUISIMO de sabor, pero la próxima vez prescindiré del aceite en el pesto, porque quedó un poco grasiento. Al igual que el de morcilla, le di forma de herradura, con cortes que quedaron con una pinta espectacular.


Para poder dar salida a tanta versión, he contado con la inestimable ayuda de la familia :-) Aproveché una comida en casa de mis padres para dar cuenta de la versión dulce. Las cuatro versiones saladas (cada una un cuarto de la receta completa) las tomamos en la comida del Día del Padre en la que nos juntamos todos. Y no quedó ni rastro.

En esta foto, los bastones de migas (a la derecha) y pisto con verduras (a la izquierda):


Y en la siguiente, las herraduras de morcilla (arriba) y pesto con verduras (abajo):


Con cierta precaución había cortado algunos trozos para hacerlos en plan "rolls", así que hoy hemos podido cenar uno con una ensalada. Os pongo una foto de la miga, para que podáis comprobar que la masa sale, de verdad, divina.


Esta receta me parece todo un acierto para fiestas, sobre todo haciendo una corona, queda vistoso y está buenísimo. Ahora que lo pienso, mi cumpleaños está al caer...