miércoles, 10 de febrero de 2010

Los tres cumples de Irene

Ha habido cierto retraso por motivos técnico-temporales, pero una vez subsanados los problemas, vuelvo a la carga. Esta vez para celebrar un gran acontecimiento: ¡Irene ya ha cumplido 4!

La celebración ha sido en plan "gitano" (la fiesta ha durado tres días aunque, para suerte de los padres, no consecutivos). Hicimos:

1) fiesta familiar tricantina


2) fiesta infantil

3) y fiesta conquense

En las tres la peque disfrutó como una enana, en las tres fue mimada hasta la saciedad, en las tres recibió regalos a mansalva (he tenido que hacer limpieza para hacerles hueco), en todas babeamos con nuestra nena y nos lo pasamos bien. ¿Alguien da más? :)

Se me ha hecho una señorita sin casi darme cuenta. De vez en cuando se me sigue escapando llamarla bebé, pero ahora claramente sin razón. Mi neni ya se ha convertido en una niña, con todas las implicaciones que eso tiene. No para de hablar (aunque eso ya lleva siendo habitual durante el último año), le encanta bailar, ha entrado en su fase de "princesa" y hasta le gusta posar. Adjunto un par de muestras para que nadie me acuse de ser una exagerada:



En muchas cosas se parece a mi (en la exageración, en lo categórica, en lo claras que tiene algunas cosas...). Y en otras se parece a su padre (en lo fácil que le salta el "salvapantallas", en lo que le gusta la tele, en su mirada limpia y directa). Ah, y en sus frases célebres. Esta tiene un poco de historia.

Irene tiene un primillo pequeño que es un torbellino. Quien no lo conoce, dice que es un niño angelical. Y sí, muchas veces lo es. Pero cuando se pone en acción es un terremoto. No sé cómo su madre tiene la paciencia que tiene. Bueno, sí lo sé. No le queda otra (salvo volver a meterle por donde salió, y... es compicado).

El caso es que estuvieron jugando, él le llevaba comida, "tesoros", esas cosas que tanto les gusta a los enanos regalar. Todo iba sobre ruedas. Cenamos, jugaron al escondite...

y cuando ya estaban cansados y los primos a punto de irse a casa, don Tris Tras empezó a pellizcar a Irene. Ella, toda compungid,a empezó a reñir a su primo entre lloros. Y él simplemente sonrió, miró a todos los que estábamos alrededor y volvió a pellizcarla. Repetidas veces.

Estas navidades regalamos a mi suegro y tías un marco de fotos digital, que de manera aleatoria va presentando las fotos que tiene cargadas. Estábamos sentadas en el suelo muy cerca del marco. Irene estaba mirando una foto de ella de hace unos años, con los ojos llorosos todavía, cuando cambió la foto a una de su primo de bebé. Suspiró y dijo: "Con lo mono que era y fíjate, ya empieza a hacer el mal".

Ni que decir tiene que todos estuvimos riéndonos un buen rato. :)

Ay esta nena...

Sigo disfrutando de ella, se nota, ¿no?

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