Y se me pasan los días y las semanas en un suspiro. Si no fuera por el curso escolar, me daría menos cuenta,. Pero el mes de mayo es muy intenso: los jueves hay oración a María, tenemos la Semana de La Salle coincidiendo con la semana de San Isidro, a final de mes la fiesta de PROYDE y luego ya es cuestión de días para ¡¡¡la fiesta de fin de curso!!!
Este año, para variar un poco, han decidido celebrar también una tarde de San Isidro en el cole, y nos han pedido que los niños lleven para compartir unas rosquillas listas y unas rosquillas tontas. El "laboratorio de I+D" ha decidido que en vez de ir a La Pradera de S.I. a comprarlas, bien podía hacerlas en casa. Total, así aprendo algo nuevo :-)
Debo decir que lo que ha salido está BASTANTE más bueno que lo que se encuentra en la pradera, y con diferencia. La receta la he encontrado buscando por internet, y me he basado en
esta pero retocándola un poco porque lo de que se "añada un poco de harina si hace falta" ha supuesto añadirle 150 gr más de harina. Y también algo más de azúcar. Como os estaréis imaginando, ha habido que hacer alguna que otra prueba...
Así que la receta que yo he seguido es la siguiente:
- 3 huevos
- 120 gr de azúcar
- 400 gr de harina
- 1 dosis de gaseosa (como vienen dos sobres, los dos)
- 50 ml de anis
- 1 cucharadita de anises
- 120 ml de aceite
- dos tiras de piel de naranja
- huevo batido (para pintar las rosquillas)
Se pone a freir la piel de naranja en el aceite a fuego muy lento, durante 10 minutos. Se retira del fuego, se tiran las pieles y se deja enfriar.
Se doran los anises a fuego medio, removiendo para que no se quemen hasta que estén fragantes. Luego se deshacen en un mortero hasta obtener un polvo fino.
Se baten los huevos con el azúcar con las varillas hasta que están muy espumosos. Se añade entonces los anises, el aceite y el anís y se sigue batiendo hasta que todo quede bien incorporado.
Con una espátula, se añade la harina mezclada con la gaseosa incorporándola bien. Se tapa la masa y se deja una hora en la nevera.
Precalentar el horno a 200º (yo lo enciendo unos 5 min antes de sacar la masa de la nevera). Poner papel de horno sobre la bandeja de ídem.
Engrasarse las manos con aceite e ir tomando porciones. Hacer bolitas, aplastarlas, y hacer un agujero en medio, colocándolas separadas (todavía crecerán un poco en el horno). Pintarlas con huevo batido e introducirlas en el horno caliente.
Pasados 10 minutos, volver a pintarlas. Dejar hornear unos 8-10 minutos más.
Los tiempos van a depender del tamaño de las rosquillas. Si son grandes, saldrán unas 15, si son pequeñas (como las que hice yo), salen unas 28-30.
Y ahora viene la diversión: se pueden dejar así (las llaman rosquillas tontas) o se las puede glasear. Después de un poco de investigación en la web, vi que las "listas" se bañan primero en un jarabe simple y luego se glasean con una especie de merengue suave.
Para el jarabe simple:
- 100ml de agua
- 100 gr de azúcar
Se pone a hervir a fuego medio hasta que más o menos ha reducido al 75%.
Bañar las rosquillas tontas en este sirope.
Para la glasa:
- 1 clara de huevo
- 50 gr más o menos de azúcar glass
- 1 chorrito de limón
- un chorrito de caramelo para darle un poquito de color
Batir bien la clara, cuando está espumosa añadir el azúcar y el limón, y finalmente se colorea con el caramelo. Poner en un biberón y pintar las rosquillas con rallitas, o bien mojar la mano en la glasa y dejar caer hilos con los dedos sobre las rosquillas. Dejar secar en el horno todavía caliente con la puerta abierta. Se quedarán "pringosas" por debajo y secas por arriba.