Habitualmente yo soy lo que se podría considerar "friki" en lo relativo a la lectura. Me encantan las historias largas, los libros de más de trescientas páginas, sobre todo para que "me duren" (siempre he sido una lectora rápida). Suelo decantarme por las historias de fantasía y ficción científica, o ambientadas en la Edad Media o en los tiempos antiguos... porque me gusta imaginarme tiempos y gentes distintas, mundos lejanos. Historias, en fin, muy lejanas a mi realidad.
Y es que leer, para mi, es entrar en un mundo distinto.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, estoy dándole la oportunidad a otro tipo de libros. En los últimos meses me he leido varios, y dignos de mención especial ha habido dos:
- Las cinco cosas que encontrarás en el cielo, que me pareció dulce y áspero al mismo tiempo, y con el que incluso me emocioné tanto en el metro que se me escapaban las lágrimas (vamos, que me gustó y me "tocó la fibra");
- La elegancia del erizo (con bastante ventaja sobre el anterior).
No me siento capaz de hacer una sinópsis, pero esta tarde, en un curso de creatividad en la que estoy, me pidieron que lo describiera rápidamente en tres ideas y se me ocurrieron estas:
1) un canto dulce a la belleza
2) observación delicada y amorosa del mundo cotidiano
3) luminoso
Y es que lo que me ha dejado dentro es calidez y ternura y esperanza.
En resumidas cuentas, que si no lo habéis leido todavía ¿a qué porras estáis esperando? :-)