... que no escribo en el blog. Estos meses han sido intensos, incluso cansados. Pero, como siempre, sigue mereciendo la pena. A pesar del sueño. A pesar del dolor de cuello y hombro (derecho). A pesar de las prisas y de no llegar a todo y de dejarme mil cosas por hacer.
Así que en este momento, media noche, voy a hacer un paréntesis antes de irme a dormir y voy a dar las gracias:
- a Irene por hacer cada día memorable, con sus cuentos, con sus caprichos, con su enorme sonrisa, con su personalidad en constante evolución...
- a mi amor, mi querido amor, por estar ahí. Te piensas que me tienes abandonada, que nos tienes abandonadas, pero no es cierto. Te sentimos, te queremos y sí, te echamos de menos, pero estas rachas son pasajeras y ya vendrán momentos para disfrutar todos juntos. ¡No te me agobies!
- a las "chicas de la fibra" y al jefe, porque sin vosotros este caos contínuo no tendría un componente de sonrisa y complicidad, y sería totalmente insoportable
- a todos a los que sé que estáis ahí pero a los que no puedo dedicaros tiempo, ya sea por incompatibilidad de horarios o por las circustancias de la vida (os rajan las ruedas, os vais de viaje, solo podéis quedar por la noche, o la niña no se levanta de la siesta a tiempo para poder quedar...)
- May you be happy. May you be safe. May you be healthy. May you be peaceful. Aunque sea solo por esas cuatro frases, gracias, Gil Fronsdal.
Es una manera maravillosa de cerrar un día, dando gracias, y de abrirlo también. Creo que se crean las condiciones necesarias para que el Universo se manifieste y haga lo que tenga que hacer...
ResponderEliminarGracias a ti por recordarlo.