Cuando vi que Debbie, de Smittenkitchen, había puesto una entrada para hacer pretzels, algo pasó en mi cabeza que hizo que se convirtieran en una fijación. Tanto es así, que habiendo decidido que los haría el sábado por la mañana, el sábado a las cuatro y media me desperté y me costó dormirme, porque ¡TENIA GANAS DE HACERLOS!
Los pretzels tienen un algo muy especial. Son... ¿cómo decirlo? El sabor de Nueva York, reminiscencias de Polonia en Endicott, un sabor delicadamente salado y dulce a la vez en un pan con una textura ligeramente correosa... Una delicia. Ya no podía esperar más. El resultado: para mi gusto, muy positivo. Pero al transportarlos desde casa a las de los abuelos, estuvieron 20 minutos metidos dentro de un tupper. Se arruinó la textura. Así que cuando más abajo digo que no hay que taparlos, por favor, ¡haced caso!
Pretzels – adaptado de Martha Stewart y a la vez adaptado de la receta puesta por Deb en Smittenkitchen
(Para 16 pretzels grandes o 32 “miniaturas”)
2 tazas de agua templada (aprox 40º)
1 cucharada de azúcar + 2 cucharadas adicionales
1 paquete de levadura fresca (25 gr)
5 a 6 tazas de harina de fuerza, y algo más para espolvorear
1 cucharada de sal
2 cucharaditas de aceite de girasol u otro aceite neutro de sabor (yo utilicé aceite de cacahuete)
¼ de taza de bicarbonato
1 huevo
Sal gorda (yo utilicé sal maldón)
1. En un bol, disolver 1 cucharada de azúcar en el agua templada. Deshacer la levadura por encima y dejar reposar 10 minutos, se debe notar que la levadura ha espumado.
2. Añadir 1 taza de harina y 1 cucharada de sal a lo anterior y remover con una cuchara de palo hasta que esté bien mezclado. Ir añadiendo de una en una otras 4 tazas de harina, y mezclar hasta que esté bien incorporada la harina. Si admite más, añadir otra media taza de harina, seguir mezclando, y luego amasar la masa sobre una superficie enharinada hasta que esté lisa (algo menos de 5 minutos).
3. Poner el aceite en un bol, meter la masa y moverla para que quede totalmente engrasada. Cubrir con un paño y dejar en un lugar templado y libre de corrientes durante aproximadamente 1 hora (hasta que doble de tamaño).
4. Precalentar el horno a 210ºC. Cubrir dos bandejas de horno con papel cuison. Sacar la masa y amasar brevemente (un par de veces) y dividir en 16 trozos (o 32, según el tamaño deseado). Cubrir con plástico para que no se sequen.
5. Cogiendo los trozos de uno en uno, hacerlos rodar y estirarlos con las manos hasta conseguir una longitud aproximada de 40 cm (20 si es para las miniaturas), darles forma de pretzel (ver foto, cortesía de Smittenkitchen) y poner sobre las bandejas de horno, tapándolos con un paño. Caben aproximadamente 8 pretzels en cada bandeja. Dejar levedar otros 15 minutos.
6. Mientras, poner al fuego una olla baja con unos 5 cm de agua. Cuando comience a hervir, añadir el bicarbonato (con cuidado, porque hace mucha espuma) y dos cucharadas de azúcar. Bajar el fuego, y cocer 1 minuto por cada lado los pretzels (se pueden hacer en tandas de 3 o 4, según el tamaño de los pretzels y de la olla). Sacar con una espumadera y volver a poner en la bandeja de horno.
7. Batir el huevo con una cucharada de agua. Pintar los pretzels y espolvorear con la sal gorda. Hornear hasta que estén marrones-dorados, aproximadamente 15-20 minutos (aunque dependerá del horno). Enfriar sobre una rejilla (¡importante!).
Lo mejor es comérselos todavía calientes, pero aguantan bien un día e incluso dos, pero sin cubrir (no meter en recipiente cerrado ni cubrir con plástico, se pondrán MUY correosos).
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