Este mes va de experimentos: como he decidido no participar este mes en "el reto" porque el mes pasado me pasé demasiado tiempo en la cocina y este mes quería descansar, estoy vagueando y solo dedicándome a hacer algunas cosas que llevaban rondando mi cabeza un par de meses.
Una de ellas era una mermelada de algo más ácido que la naranja. Desde que hice el Tian en el mes de febrero y lo volví a repetir para mi cumple en abril, tenía ganas de probar una mermelada más "de mi estilo" (me van los sabores fuertes y más bien no tradicionales).
Hace un par de noches Irene se acostó pronto y me dije que era el momento perfecto. Acababa de comprar limones y me puse a ello.
De los ingredientes básicos (fruta, zumo y azúcar) tenía claros dos (la fruta y el azúcar ;-) ). Pero, ¿y el zumo?
- Si le echaba zumo de limón igual salía demasiado ácido.
- Con zumo de naranja demasiado parecida a la mermelada de naranja, aunque con un toque más ácido. Bah, demasiado "simple" desde el punto de vista de sabores.
- Tengo recién abierto un bote de zumo de piña natural refrigerado... mmm... dulce y ácido a la vez... ¡¡vamos a experimentar!! Lo peor que puede pasar es que tenga que tirar a la basura un vaso de zumo, un limón y un puñado de azúcar. Me duele, pero poco.
Manos a la obra:
1) cortar en rodajas finas el limón y blanquear 3 veces en agua hirviendo durante 10 minutos cada vez (empezando con agua fría siempre).
2) escurrir el limón y pesar - me dio 85 gr
3) medir la misma cantidad de azúcar (como el limón es muy ácido, subí a 100 gr)
4) 150 ml de zumo, de los que 60 fueron de limón y el resto de piña (por intentar complementar y endulzar los sabores)
5) el color no me acaba de gustar... añado 20 gr de azúcar moreno
6) Se pone a cocer todo junto a fuego lento. 30 minutos después le añado 40 gr más de azúcar blanca, porque me parece que sigue estando un poco ácido de más
7) 10 minutos más tarde está lista y pasa lo que yo llamo "la prueba del camino": echar un poco de la mermelada caliente en un plato (con media cucharadita llega), enfriar unos segundos y luego intentar hacer un suro con el dedo en la mermelada. Si se vuelve a cerrar el surco, hay que cocer más. Si se queda hecho el surco, está lista.
Resultado: la próxima vez omitiré los últimos 40 gr de azúcar o lo dejaré a la mitad, porque ha salido un poco dulce de más (es muy sutil, de ahí que no sé si quitarlos del todo y aguantar el ácido o simplemente reducir a la mitad... probaré esto último la próxima vez, y si me gusta ya lo tengo ;-) ).
Todavía no se lo he dejado probar a Irene. Pero los adultos de la casa opinamos que está requetebuena. El toque a piña es delicado y el sabor del limón sigue siendo el tono dominante. Más o menos lo que yo quería.
Quien venga por casa en las próximas semanas podrá probarlo ;-)
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